— He oído rumores. Así que vos sois el(la) Arisen, ¿eh? Trabajar para el Duque es un honor, ¿no os parece?
— Están repartiendo acero entre todos los hombres capacitados del ducado, como ya habréis visto. Pero, aun así, se quedarán cortos. Teniendo en cuenta quién es el enemigo, cualquier fuerza es poca.
— No conozco qué magia utilizas para controlar a los peones, Arisen, ni me importa. En cualquier caso, sois de inestimable ayuda ahora que faltan manos.
— Si se habla de un hechicero, sin duda, debe ser Salomet. Confiaba en que nos habíamos librado para siempre de esa rata. No me complace pensar en su regreso. Pero el anillo robado posee una fuerte afinidad mágica... Es el tipo de bagatela que Salomet codiciaría tener.