—Si has venido a entrenar, te ruego que tengas paciencia. Aún tengo preparativos pendientes.
Por completar la Llamada del Arisen:
—Seréis una fuerza formidable (...) Volved el día que aprendáis a luchar como una unidad. Aunque es una habilidad que se afina mejor en un entrenamiento que en el fragor de un combate a muerte. Puedo ayudarte con ello, si así lo deseas.
—Los hombres del Cuerpo de reclutamiento nunca rechazan a los entusiastas. Estamos listos para empezar. ¿Y tú?
—(Ahora no.) Umf. Como quieras. Vuelve cuando estés preparado para entrenarte.
—(Empezar el entrenamiento.) Voy a dejarlo claro desde el principio: soy un maestro exigente, sea quien sea mi aprendiz. Vas a realizar tres tipos de entrenamiento de forma secuencial. Cada uno sirve para perfeccionar una habilidad distinta. Aquí vas a necesitar algo más que fuerza bruta. Si una tarea te resulta demasiado difícil, replantéate la formación de tu grupo. Aquí hay otros peones disponibles. Puedes elegir a cualquiera de ellos, si así lo deseas. La primera tarea consiste en llevar carga. Transporta todos los bultos antes de que se acabe el tiempo Puedes elegir la compañía que prefieras, pero esta tarea es demasiado grande para una sola persona. Ya sabes, una carga repartida entre muchos es más fácil de llevar. Ahora, ¡manos a la obra! Empezaremos en cuanto estés lista. Cuando tú digas
—(Todavía no…) Bah. Vete, pues. Aquí estaré cuando estés dispuesto(a) a entrenarte a fondo.
—(¡Vamos!) Tienes que transportar toda la carga antes de que se acabe el tiempo. ¡Manos a la obra!
—¡Ya basta!
—Bien hecho. Si afrontas todos los retos con el mismo vigor, no tardarás en convertirte en un(a) gran guerrero(a). Lo siguiente es el entrenamiento de combate. Aquí te enfrentarás a un ejército de espantapájaros. Destrúyelos antes de que se acabe el tiempo. Te volverá a asistir un grupo nutrido, pero en esta ocasión es imprescindible prestar atención a su formación. Un grupo en el que todos hagan lo mismo es menos efectivo que uno variado. Elige con sabiduría. Empezaremos en cuanto estés listo(a). Cuando tú digas.
—(¡Vamos!) Ahora debes destruir los espantapájaros. Elimínalos a todos antes de que se acabe el tiempo.
—¡Ya basta!
—Jamás había visto a alguien tan rápido… Y en una tarea que pondría a prueba incluso a un guerrero experimentado. ¡Bien hecho! Has acabado el entrenamiento. ¿Te has dado cuenta de la diferencia que supone elegir bien a los compañeros? Sí, sin duda. Claro que sí. El resto lo aprenderás en combates reales. Si tienes problemas, analiza tu grupo.
Después de terminar La unión hace la fuerza:
(Solo una vez) — Al parecer, tu entrenamiento empieza a dar frutos, ¿eh, Arisen?
— Eres consciente de ello, ¿no? Los golpes fluyen uno tras otro, en perfecta armonía… Un maestro lucha de manera eficiente. Y con elegancia.
— Yo mismo llegué a verlo con claridad, aunque ahora solo vislumbre sombras y destellos. Quizás ya no tenga nada más que enseñar.
Durante El final de un viaje:
— Bien hecho. Es un éxito que no voy a poner en duda. Pero debes saber que la verdadera prueba comienza ahora. Seré tu oponente. No debes preocuparte por mí. ¡Haz todo lo que puedas, ser!
— ¡Excelente! Has demostrado sobradamente tu coraje, Arisen. Dormiré mejor por la noche sabiendo que tienes la fuerza necesaria para responder a los desafíos de tu viaje. Ahora veo que no había necesidad de ponerte a prueba, ser. Aquí estaré siempre que necesites mi ayuda para afinar aún más tus habilidades.
— Las cosas se han puesto muy feas... Aun así, el guerrero que pierde la calma, pierde el día. No lo olvides.
— No dejaré que un presagio interfiera en mi entrenamiento, por aciago que sea. Tenemos que estar más preparados que nunca, Arisen.
